miércoles, 20 de octubre de 2010

El día que cumplí 40 años mataron a un pibe....

El día que cumplí 40 mataron a un pibe.
Eso es lo que voy a terminar recordando dentro de un tiempo.
Le agradeceré de todo corazón a todos los que se tomaron la molestia y el trabajo de escribirme y lo haré de corazón, eso sin lugar a dudas.
Pero el día que cumplí 40 mataron a un pibe.
Mariano Ferreyra, un militante del PO terminó muerto luego de un “enfrentamiento” ( según dice el “demócrata” Feinman en C5N ) con la “patota sindical”.
Ese mismo Feinman que los hinchas de Estudiantes recordamos “tiernamente” por haberle dicho a Verón que se había “vendido” en un Mundial.
Ese mismo cobarde que detrás de una cámara siente y se arroga el derecho a “la impunidad que da una cámara”.
Feinman, si conocieras un 5 % de las acciones de Sebastián para con quienes más lo necesitan, verías que a vos no te alcanzarían ni 10 vidas para llegarle a los talones.
No se como lo llamará el común de la gente, pero yo a Feinman lo llamo “hijo de puta!”.
De chico, cuando aún tenía la posibilidad y el tiempo de soñar, siempre imaginaba un mundo justo, donde no hubiese chicos que se mueran de hambre ni madres que tengan que llorar la muerte de un hijo como sucede hoy.
Eso recuerdo de mis épocas del Centro de Estudiantes del Normal 3.
Hoy cumplo 40 años y hay una madre que ya no tendrá a su hijo para compartir una sonrisa, un abrazo o un “Estoy orgulloso de vos!” como me dijo mi Mamá cuando me saludó por mi cumple.
Y, la verdad, siento que cualquier canción que uno pueda escribir no sirve de nada cuando hay que enterrar a un pibe de 23 años que quizás, lo único malo que hizo en su vida sea haber creído que había cosas que podrían estar mejor.
Yo también soy uno de los que insultan cuando hay una calle cortada. No soy ni un revolucionario ni un “adalid” de nada. Ante todo, y mal que me pese, termino siendo un “argentino”.
Si lo pienso fríamente dos segundos, creo que todo reclamo es justo y válido. Que todas las personas deben tener el mismo derecho.
Pero como buen argentino lo primero que hago es putear y lo segundo, analizar lo que dije o pensé. ( y arrepentirme por lo que pensé 2 segundos antes )
Insisto, ni un adalid ni nada parecido. Un tipo que escribe canciones y suele ser sensible a las necesidades ajenas.
“Si vos tenés y el otro no, compartí así tienen los dos”. Me decía de chiquitito mi Abuela y me quedó grabado.
Yo no me cago de hambre ni paso tantas penurias pero eso no me habilita a que no me importe el hambre ajeno. Al contrario, creo que me habilita ( y obliga ) el doble por el simple hecho de no tener penurias. Solo por eso necesito, y me es imperioso, que me importe más aún quien no tiene el privilegio de comer todos los días.
Comer todos los días se está transformando en un privilegio.
Todo asesinato es repudiable.
Ya sea la Hiena Barrios matando a una chica embarazada y con toda la vida por delante, ó el (no encuentro adjetivos para calificarlo) que disparó contra Carolina Píparo permitiendo y obligándola a pasar sola, sin su pequeña criatura, el primer día de la Madre con el que (seguramente) tanto había soñado.
Todo asesinato es repudiable y, cuando el Estado lo permite, es doblemente repudiable.
Hoy, el día que cumplí 40 años, la mamá de Mariano Ferreyra no podrá decirle “Estoy orgulloso de vos” como me dijo mi Mamá.
O quizás si, pero Mariano ya no va a estar para escucharla y saber/sentir, que no hay nada como la palabra de una madre para saber que uno va transitando por la senda correcta.
Hoy, el día que cumplí 40 años, mataron a un pibe.

Iván, 20 de octubre de 2010.

2 comentarios:

  1. Un día tremendo para todos. Me gustó mucho tu post y reencontrarte. te seguiré en el blog. (Cintia)

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  2. Iván: me gustó mucho tu nota sobre Mariano Ferreyra escrita desde la sensibilidad que te caraceriza.
    Me parece justo recordar que los baleados fueron cuatro y entre ellos, una señora que está grave, madre de siete hijos y trece nietos, que tendrá con ellos muchos diálogos pendientes con ellos.
    En estos días leí dos notas que aportan un contexto político, social y económico a tu nota:
    "Mariano y la verdad" de Eduardo Grüner y
    "Aliados indeseables", de Atilio Borón.
    Considero que ambas aportan a la construcción de una sociedad más justa, igualitaria, democrática y pacífica.
    Un beso, Carlos

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