viernes, 16 de diciembre de 2011

Camisetas de piqué

No quiero escribir canciones
para escribirlas otra vez,
casi siempre los domingos,
casi todas a las diez.

Los recuerdos no molestan
ya perdimos la ilusión,
los cumpleaños sin mi viejo
ya no son más un bajón.

Eramos con mis amigos
soñadores sin saber,
como en los libros de Soriano,
que siempre vuelvo a leer.

Relatos de años felices
arcos hechos con las piedras,
hasta la victoria siempre,
mi Estudiantes del Parque Saavedra.

Para siempre en la memoria
vive aquel glorioso Team,
mi Estudiantes de la infancia,
el equipo más felíz.

Yo soñaba ser Paolo
en el equipo de Don Luis,
que en el Parque era Bilardo
y Marangoni era Solís.

Dieguito en esos años
soñaba ser Juan Ramón,
como hoy sueña su hijo
ser Juan Sebastián Verón.

Fuimos pibes muy felices
que supimos aprender
que nunca hay que arrodillarse
ni siquiera ante la ley.

Martincito era Sabella,
La Gata usaba la 10,
Y en el fondo estaba el Colo,
siempre con la 16.

Para siempre en la memoria
duerme aquel glorioso Team,
mi Estudiantes, el del Parque,
el equipo más felíz.

Dimos tantas, tantas vueltas
la ilusión lo permitió,
la “pulpito” se iba al lago,
y el equipo era campeón.

Nos pintábamos el once
en camisetas de piqué,
pasaron casi cuarenta
y lo pintamos otra vez.

Una señora en la feria
una vez “animals” nos gritó,
volaban muchas patadas
pero con buena intención.

Si cierro un rato los ojos
creo que nos vuelvo a ver,
Bilardistas entrenando
en 15 y 66.

Para siempre en la memoria
vive aquel glorioso Team,
mi Estudiantes de la infancia,
patadas, hacha y puntín

Tardecitas con el Chavo,
con Sabella y Pachamé,
mi vieja me da permiso,
pero solo hasta las seis.

El Chapu Rodrigo Braña,
Guille Trama y Juan Verón,
El Chino Leandro Benitez,
puras marcas de pasión.

Los botines “ocelote”,
y esas ansias por crecer,
así nos hicimos grandes
y aprendimos a perder.

Los amigos de la infancia
pegan en el corazón,
cada sábado en el Parque
vuelve el Equipo Campeón.

Para siempre en la memoria
duerme aquel glorioso Team,
mi Estudiantes de la infancia,
el equipo más feliz.

Para siempre en la memoria
vive aquel glorioso Team,
mi Estudiantes, el del Parque,
el equipo de Don Luis.

El 11 ( Tatuado en el alma )

Cuando los sueños no tienen límite,
y en el alma no cabe tanta emoción.
Cuando la historia se escribe con la lucha,
y las victorias están llenas de pasión.

Los que critican casi nunca ganan nada,
ni entenderán que volviste por amor,
el cielo entero te está quedando muy chico,
te sobra estirpe para ser el mejor.

Yo te ví llorar en cada vuelta,
yo te escuché decir que el Ruso está con vos,
Juan Sebastián no alcanzan las palabras,
reinan tu magia y el arte del León.

Yo te vi llorar en cada vuelta,
todos lloramos gritando “dale Campeón”.
Mil gracias Bruja por tantas alegrías,
todo Estudiantes se arrodilla ante vos.

Sos un artista de acuarela roja y blanca,
el verde césped es un lienzo para vos,
con tus botines que rebalsan de talento,
pintás con sangre, mucha garra y corazón.

Llevás el 11 bien tatuado en la espalda,
como tu Viejo, sos eterno gladiador,
“Si ve una Bruja montada en una escoba,
ese es Verón, Verón, Verón que fue campeón.”

Yo te vi llorar en cada vuelta,
yo te escuché decir que el Ruso está con vos,
Juan Sebastián no alcanzan las palabras,
reinan tu magia y el arte del León.

Yo te vi llorar en cada vuelta,
todos lloramos gritando “dale Campeón”.
Mil gracias Bruja por tantas alegrías,
todo Estudiantes se arrodilla ante vos.

Vos sos distinto, sos profeta en tu tierra,
sabés de sobra que todos te dicen dios,
soy aquel pibe de la Escuela 19,
que en los pupitres escribía Pincha Campeón.

Los Profesores que te alientan desde el cielo,
desde Mangano hasta el Narigón,
la gloria eterna de Estudiantes de La Plata,
el sentimiento de ser siempre un ganador.

Yo te vi llorar en cada vuelta,
todos lloramos viéndote jugar a vos.
Mil gracias Bruja por tantas alegrías,
todo Estudiantes se arrodilla ante vos.

Yo te vi llorar en cada vuelta,
“olé, olé, Bruja, Bruja, Bruja,”
El Mineirao se rinde ante tus gambetas,
Y en nuestro cielo brilla una estrella más.

Yo te vi llorar en cada vuelta,
mística pura que solo lleva el mejor,
Sos el emblema, Capitán, genio y figura,
Marcás la historia del León Tetracampeón.

Yo también lloré en cada vuelta,
volví a mi casa y soñé salir Campeón.
Gracias por todo Estudiantes de La Plata
Sueño cumplido me arrodillo ante vos.

El lugar donde nací

Cuando la vida se transforma en la memoria,
y nos recuerda todo el tiempo que pasó,
viene a la mente el perfume del pasado,
que nos lleva de vuelta a algún viejo rincón.

Pasan los años y el amor siempre es eterno,
siempre la lucha es la que nos da envión,
todos los días hay que pelearla de nuevo,
hay que ponerle garra, hay que ponerle valor.

Yo te llevo en la sangre,
desde esa infancia que me hizo tan felíz,
ser hincha de Estudiantes,
es volver a ser niño, al lugar donde nací.

Las palabras de mi vieja fueron cuna,
mis abuelos el apoyo a mi pasión,
a mi Papá lo extraño todos los días,
sueño verlo en la cancha y regalarle un gol.

De madrugada con mi viejo en la parada,
entre los diarios Don Enrique era el Campeón,
el sacrificio yo se lo enseño a Ignacio,
que sea como el abuelo aunque no lo conoció.

Yo te llevo en la sangre,
desde esa infancia que me hizo tan felíz,
Ser hincha de Estudiantes,
es volver a ser niño, al lugar donde nací.

Si Cafferata es la luz de mi pasado,
esos recuerdos que me llenan de emoción,
veo a mi Vieja ordenándome la ropa,
cuando me venía a vivir a la pensión.

Siempre orgulloso de lo que me dio mi viejo,
un ferroviario que me enseñó a luchar,
tardes de lluvia ,y luna llena en Villa Diego,
con Lourdes y Martina siempre es lindo recordar.

Yo te llevo en la sangre,
desde esa infancia que me hizo tan felíz,
ser hincha de Estudiantes,
es volver a ser niño, al lugar donde nací.

La Escuela 5, las calles llenas de tierra,
el pan es rico si lo amasa mi mamá,
lloré abrazado con Bautista en una cancha,
dando otra vuelta olímpica quiero verlo soñar.

Llevo la 11 casi tatuada en el alma,
las enseñanzas de mi viejo Juan Ramón,
los abrazos de mi vieja, su alegría,
la sonrisa de mis hijos cada vez que fui Campeón.

En Estudiantes el ejemplo es día a día,
la voluntad que nos dio esta educación,
Cuando los padres le transmiten a sus hijos,
“Esto te marca el alma, esto es ser del León”

Yo te llevo en la sangre,
desde esa infancia que me hizo tan felíz,
ser hincha de Estudiantes,
es volver a ser niño, al lugar donde nací.

Yo te llevo en la sangre,
esta es mi casa, y aquí me voy a morir,
La cancha de Estudiantes
57 y 1, el lugar donde nací.